domingo, 18 de octubre de 2015

Elecciones 25 octubre 2015, mi voto es por...


HOV 18102015.
18 10 2015

COMUNIDAD ELECTORAL DE BUGA

Estimados ciudadanos

Hoy me permito reflexionar sobre la actividad política del municipio de Buga en  perspectiva, con visión panorámica, pues no hago parte de ninguna campaña, y de ningún partido.

A Buga y al Valle le cayó la plaga de la politiquería hace muchos años, a veces no me explico cómo sobreviven a tanta bestialidad. La política en Buga es un negocio como cualquier otro, en éste caso ilegal, un negocio ilícito de pequeños grupos que extraen los dineros públicos y los convierten con la artimaña del birlibirloque en privados, privatizar lo público para dejar en pocos bolsillos lo que es de todos, nada nuevo en la política –perdón, en la politiquería- que se practica en el País.

En estas elecciones de octubre 25 del año en curso, se escoge gobernador, diputado, alcalde y concejales, no es difícil saber que el mejor candidato, el más limpio es el voto en blanco, aunque es bueno recordar, qué: “lo mejor es enemigo de lo bueno” y “la política es el arte de lo posible”, y en el Valle del Cauca y Buga se sigue votando por el más conveniente, según las circunstancias.

Los ciudadanos tenemos la capacidad individual de armar un coctel democrático con los candidatos que consideremos más adecuados, en mi caso es así:

GOBERNACIÓN DEL VALLE: mi voto es por Christian Garcés -“El Gallito” y Centro Democrático-. Un moderado, lo necesitamos para que el Valle Despierte.

ASAMBLEA: mi voto es por “Juanita la Loca” Juanita Cataño –Centro Democrático-. Una guerrera, la necesitamos combatiendo la corrupción del departamento.

ALCALDE DE BUGA: mi voto es por Francined Cano Ramírez -Partido de la “U” y partido Liberal Colombiano-. Creo que Francined ha madurado, el más conveniente del abanico de candidatos.

CONCEJO MUNICIPAL DE BUGA: mi voto es por William Vianney Solano –Partido Verde-. Un guerrero, lo necesitamos como Edil persiguiendo las ratas del municipio.

El voto en blanco… lo dejo para después.



Hernán Ordóñez Valverde