LA EDUCACIÓN SÍ ES UN NEGOCIO

LA EDUCACIÓN SÍ ES UN NEGOCIO

Carta Abierta a la Comunidad Uceva

La educación sí es un negocio, de los mejores, sino el mejor. Una sociedad educada es menos corrupta, tiende más hacia la meritocracia y menos al amiguismo para elegir sus líderes y colaboradores, entre más educados los ciudadanos más prósperas sus familias, sus regiones, más desarrollo en el país. La educación produce un efecto sinérgico de confianza que se transmite en nacionalidad, y sentido patrio. Sí aceptamos lo anterior, nos adentramos en la Calidad… en la política general –la que dio origen a la reforma de la Ley 30- encontramos que entre menos calidad en la mayoría de países pobres, mejor, si la educación es baja, haciendo imposible el acceso a la Calidad, se apalanca la sumisión. Por eso se premia la mediocridad. Esta forma perversa distancia la riqueza de la pobreza, haciendo cada vez más profundo el abismo socioeconómico, y de miedo tender puentes desde cualquiera de las orillas. La calidad estará reservada entonces, para quienes la puedan pagar, en las Universidades de calificación Superior.

Volvamos a lo del “negocio”, la buena educación consiste fundamentalmente en enseñar a los estudiantes a pensar, por eso es un “adminículo” tan perseguido por las élites, contextualmente se puede entender porque algunos miembros distinguidos de éstas, hayan propuesto algo así como “la política del Táser” ración de “electrochoques” a la educación universitaria gratuita de calidad… para luego recular sibilinamente, después de las valerosas y pacíficas protestas estudiantiles, a nivel nacional. El Estado colombiano debe garantizar el acceso de sus ciudadanos y ciudadanas a la educación, si ésta responsabilidad se deja solo en manos privadas, al arbitrio de las leyes del mercado y la convertimos en mercancía, se produce ipso-facto más desigualdad, con resultados graves para la sociedad y la paz. Es tendencia en aumento en países no-desarrollados limitar el acceso a la educación con calidad por el criterio mercantilista, poniendo seriamente en riesgo la formación de estudiantes autónomos, peligroso, dadas las severas desigualdades.

La buena educación es primordial para garantizar la participación adecuada de Las y Los ciudadanos en los procesos democráticos, la falta de ésta con calidad le da juego a la politiquería, y amarra la democracia con el clientelismo, es la sociedad pre-moderna que tenemos, y sufrimos.

El idealismo, el romanticismo, la honestidad, y hacer las cosas bien pueden no estar de moda, pero siguen destacándose y teniendo alguna fuerza para el cambio… démosle paso pues al más sórdido enemigo de la Calidad, la mediocridad. Estos directivos no fueron elegidos para sentar sus traseros sin nada que hacer y permanecer callados mientras se expulsa el pensamiento, se amarra el carácter, se persigue la crítica y se secuestra la democracia en la Uceva. Y seguimos creyendo candorosamente que el poder es el que corrompe, cuando son los corruptos quienes se sienten atraídos por él -…como las moscas a la miel- la sola reelección estanca la evolución normal de organismos complejos como el de una institución de educación superior, salvo excepciones muy extraordinarias, y este no es el caso. Las reelecciones generalmente promueven entronizaciones autoritarias basadas en el miedo y el abuso, son una inestabilidad letal para el mejoramiento de la calidad, dado que descompensa pesos y contrapesos de cualquier administración. La concentración de poder deforma la percepción de la realidad, y lleva a los directivos a creer que ellos son los importantes y no la institución, los hace creer que siempre van a estar ahí, por eso corren indolente y cerrilmente los perímetros, invadiendo terrenos del conocimiento exclusivos de la escuela, de profesores y alumnos.

La educación superior es el mejor negocio que una sociedad organizada pueda tener, y es responsabilidad del Estado ser garante de ésta a través de la educación pública con calidad, para el decurso del interés general. Aparte y además, no sé quién o quienes le dijeron al actual rector encargado que es irremplazable, todos somos reemplazables… aunque todos seamos necesarios. En mi sencillo criterio Dr. Jairo Gutiérrez, su misión como rector está cumplida, usted terminó bien la obra del Dr. Israel Moreno Cruz –congratulaciones-, deje ahora que las transformaciones que han de suceder, sucedan, para bien o para mal, es el tiempo de la academia, del mejoramiento de la calidad, y eso, no es lo suyo.

Hernán Ordóñez Valverde.

Ex-profesor hora cátedra de la Uceva