HOV 1891 20 05 2012
Columna
Reloj De Arena
POLÍTICA
ZOMBI
¿Cuál es el afán… si de
todos modos nos van hacer equivocar? Nos ponen en una tensión a los votantes
como sí el departamento del Valle del Cauca estuviera desapareciendo, que se
fuera a acabar después del 1 de julio si no actuamos ya… y que el Valle esta
así por culpa de un pueblo ignorante que no sabe votar, de una clase media educada
pero indiferente y complaciente, y de unas “torpes” mayorías abstencionistas
etc. No… no son los “jugadores” es el “técnico y los directivos”. La acabada es
la clase dirigente del Valle, se acabaron entre ellos mismos, por eso no tienen
credibilidad.
La creación del “monstruo” que
ha devorado al Valle es su responsabilidad, la clase política tradicional
pensaba que no los estaban viendo, bueno… sí aceptan que los miraban… pero
desde abajo, velándoles el plato y recogiendo las migajas, y como se
consideran “más inteligentes”, no esperaban que les aprehendieran el truco, la
maroma, con todas sus mañas. Salieron más aventajados estos jóvenes gobernadores,
y como todos los hijos negados, igualitos aunque sin casta, “mejores” para la
politiquería, más descarados, más “comelones”, más sinvergüenzas.
Y siguen montando la misma
pendejada del “menos malo”, que éste tiene la bendición del “jefe y la jefa”, porque
según ellos no hay otra salida; que el otro consiguió la bendición de “Guacarí
& Buenaventura” así sea una distracción; que el uno representa al
“pueblo” y el otro a los “ricos”, y se termine entonces votando por el menos
malo, cambiando, cambiando, para que todo siga igual. Fórmula simple, pobre, pero
efectiva de la politiquería, votar en contra y no a favor. Quien gane solo se
representará a sí mismo y a su pequeño grupo de calanchines, es lo único claro. El voto termina legitimando deseos codiciosos donde ganan ellos, y pierde el Valle.
Entonces aparecen una buena
cantidad de “cadáveres” políticos a salvar al Valle del Cauca, zombis que
siguen caminando y tropezándose sin importar cuantas veces los hayan matado, sostenidos
por una clase dirigente “necrófila” con interés de controlar la vida política,
y hacerla cada vez más predecible –léase conservar privilegios-, de ahí su parafilia,
su atracción por estos “despojos” previamente desenterrados por los dueños de
los avales –léase partidos políticos-, y como no hay con quien y es supuestamente
lo que producimos –de malas-, continuamos con un hermoso “Valle… interfecto”.
Por eso resulta mejor no
tener gobernador, que tenerlo. Y luego se preguntan los medios de comunicación porque
hay Voto en Blanco y tanto abstencionismo, pues porque no hay por quien votar que valga la
pena, por alguien que esté realmente vivo y nos represente con conocimiento, generosidad
y honradez. Esto tan elemental, aunque parezca raro, se ve con más claridad en
Bogotá… más afuera, que acá.
Hernán Ordóñez
Valverde
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